El agua subterránea es la principal fuente de recursos hídricos para el país, tanto por la distribución de los acuíferos como por el volumen de agua que almacenan. Los acuíferos subterráneos son el resultado de la filtración de agua de lluvia, ríos, lagos y deshielos a lo largo de muchísimos años a través de poros y grietas en la superficie terrestre, atraída por gravedad hacia el centro de la Tierra.
Al encontrarse con diversos estratos de piedras permeables e impermeables, como arenisca, piedra caliza, granito, grava, limo y otros tipos de material rocoso, el agua subterránea fluye por el subsuelo hasta formar un depósito natural. Hay diversos tipos de acuíferos, clasificados por los científicos según su estructura, textura, comportamiento hidrodinámico o comportamiento hidráulico.
El agua subterránea tiende a ser dulce y apta para consumo humano, pues la circulación subterránea tiende a depurar el agua de partículas y microorganismos. Pero en ocasiones pueden llegar a contaminarse por la actividad humana, debido a la agricultura e industria o la construcción de fosas sépticas, o quizá por la erosión natural y el exceso de sales disueltas, con frecuencia debido a la intrusión de agua de mar en acuíferos costeros, como sucede aquí en Baja California.
Mito: El agua se va a terminar.
Realidad:
La cantidad de agua en el planeta siempre es la misma, pero al ensuciarla o contaminarla, disminuye la cantidad de agua limpia. Se puede limpiar con tecnología humana o con la naturaleza. La naturaleza tarda miles de años en limpiarla. Es mejor usarla con responsabilidad y pensando que a otros les puede faltar.